Esta historia ha tenido el final que ninguno hubiésemos deseado; esta madrugada, a la 1 y 25, han encontrado en el pozo el cuerpo del pequeño Julen, sin vida.
Han sido días de incertidumbre, de nervios, de movilizaciones, de lágrimas, de esperanza, de unión, de solidaridad.
A pesar de que ya casi se cumplían 13 días del día en el que el menor cayó en el pozo, todavía quedaba una llamita de esperanza, de fe en que iba a estar vivo. Había precedentes en algunos casos en los que, milagrosamente, víctimas de desastres naturales o situaciones parecidas habían aparecido vivos.
Todo se ha seguido segundo a segundo
En las últimas horas se han sucedido los especiales televisivos, donde se repasaba lo ocurrido en los últimos días, también podía verse, a través de varios directos, el avance de todo el rescate en YouTube.
Además, todos estos días el tema ha llenado horas de televisión.
Todo se ha hecho con sumo cuidado, casi milímetro a milímetro, no querían dañar el cuerpo de Julen bajo ningún concepto.
Quedaban ya pocas horas y nos contaban, con impotencia, que había muchos obstáculos que impedían llegar a donde se encontraba Julen. Su padre, presa del lógico nerviosismo y tristeza, ha sufrido un ataque de ansiedad a primeras horas de la noche.
Las redes sociales se siguen llenando de mensajes, llenos de cariño y amor para Julen y su familia.
En estos días Julen ha sido, como alguien dijo muy acertadamente, “un hijo nuestro”, y conocer su muerte nos ha provocado una inmensa tristeza.
Descansa en paz, pequeño.
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