Feligreses con la imagen de Monseñor Oscar Romero, Arzobispo de San Salvador (1977-1980)
Este Domingo 14 de octubre Oscar Arnulfo Romero un obispo salvadoreño será elevado a los altares como el primer santo de ese país, Monseñor Romero es muy conocido en muchos países no solo por católicos sino por otras denominaciones religiosas.
Oscar Arnulfo Romero fue Arzobispo de San Salvador capital de El Salvador entre los años 1977 a 1980, murió oficiando misa el 24 de marzo de 1980. Sus homilías causaban mucho impacto en los que lo escuchaban, haciendo que muchos lo admiraran y otros lo odiaran.
Pero que hace relevante hablar de este nuevo santo. El cual junto a Papa Pablo VI y otros 5 más serán canonizado en Roma.
Tiempos difíciles
Para comenzar en el tiempo en que fue nombrado arzobispo de San Salvador era una época donde muchos sacerdotes católicos estaban siendo expulsados de El Salvador por sus ideas y palabras que tocaban la forma de dirigir de los gobernantes de turno y había hecho organizar a muchas personas para llevar una vida más digna.
Nombrarlo a Él podría haber sido una forma de balancear esa visión de iglesia de conciliar mucho más que confrontar.
Sus palabras eran para todos
Sus homilías eran un portal a expresar lo que muchos sabían, pero callaban, Se vivía un ambiente donde muchas libertades se violaban y se ensañaban en los más desprotegidos, es por eso que Oscar Romero se convirtió en la voz de los sin voz, sus homilías dominicales estaban llena de palabras que se convirtieron en pronunciamientos donde no solo hacía ver las injusticias que a diario se cometían sino también daba un oasis de esperanza y aliento.
Pero esas palabras mantenían atentas a tantas personas y hacía que cada día ganar no solo seguidores sino también muchos enemigos de toda ideología, sobre todo de las más conservadores
Busco la unidad
Contrario a lo que muchos pensaran siempre busco la unidad, a pesar que muchos estaban en contra de que El fuera arzobispo, ya que había muchos candidatos elegibles, Oscar Romero siempre busco la unidad no solo entre el pueblo y sus gobernantes sino dentro de la misma iglesia que él dirigía, Prueba de ello es la realización de la misa única celebrada para su amigo asesinado el Padre Rutilio Grande. Romero con esto, su carisma, dedicación y liderazgo supo ganarse el respeto de muchos y la desaprobación de otros
Hoy a las puertas de su canonización podemos ver que el mensaje de Romero transmitía no solo un llamado de cese a la represión sino también uno de esperanza y consuelo. Este mensaje hacia ver la realidad y señalar lo que otros no se atrevían desencadeno su muerte, lo que provocó poco después el motivo suficiente para el inicio de una guerra civil en donde ambos bandos se acusaban de su muerte y de las injusticias que pasaban. El tiempo paso ahora en el país de Romero, sus ejecutores nunca fueron llevados a la justicia y sea firmado la paz, una paz frágil porque aún hay brotes de injusticia y desigualdad como en muchos pueblos latinoamericanos.
Romero será el primer santo de El Salvador y Centroamérica (aunque para muchos ya lo era), pese a que muchos conservadores se opusieron a que lo fuera por considerar su figura y mensaje polémico, Sin embargo, con la llegada del Papa Francisco se vieron nuevas luces y el proceso continuo donde se había archivado, sabiendo que sus palabras fueron interpretadas mal y que siguen vigentes en nuestro tiempo. Romero llega a los altares siendo el “profeta del pueblo”, como es conocido en muchas latitudes, siendo un mensajero, que busco incansablemente la verdad y la unidad, siendo la voz de los sin voz.
En la Abadía de Westminsterse localiza la imagen de Oscar Arnulfo Romero, (sexto de izq a der) como uno de los martires del siglo XX
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